un día después

das vueltas sobre la cama una y otra vez... te conoces, sabes que acaba de dar inicio una nueva etapa pero no quieres pensar en ello...
lo que menos necesitas es que el insomnio se haga presente... o el miedo, la incertidumbre, la ilusión, qué se yo...
el sol se ha ocultado y puede que esa sea una señal... quizá lo mejor sea quedarse recostada y soñar, imaginar que las palabras se vuelven realidad... repasar en la mente una y otra vez aquella ansiedad...
tal vez se haya marcado la diferencia, pero una que solo se percibe en el corazón y la sonrisa... una diferencia que la inocencia se lleva y no volverá a soltar...
amiga, tenemos que hablar...