sin sentido

a veces la soledad necesita alguien que la acompañe...

así decía la pared de un amigo y me derrumbé... no soy tan fuerte como creí serlo y cada instante la desesperación era mayor, el vacío más profundo, la agonía más desgarradora...
me vi tan vulnerable que creí ahí terminaba todo... las cosas parecían más sencillas desde fuera... sabía que ser de carne y hueso no funcionaría...
había un error, podía sentirlo... no era mi realidad... debía correr... debía estar alerta pero ya era demasiado tarde... quizá quedaba otra oportunidad...
pasaban las horas, la herida era cada vez más profunda... de alguna manera debía cambiar el rumbo, debía callar las voces, debía recuperar el aliento...
aunque sea por un instante...